La
pequeña boca de la sima está cerrada con
una tapa de desagüe, que la hace todavía más estrecha, así mismo impide el paso
de eventuales murciélagos que podrían instalarse en ella.
Una vez superada la estrecha boca sin el equipo de
verticales, procedemos a ponérnoslo en la inclinada rampa de unos veinte mts.,
de donde nos encontramos.
La
vertical, nos sitúa en un puente natural, este da acceso al siguiente pozo de
unos 12 mts. Aquí ya veremos unas bellas formaciones como anticipo del resto de
la cavidad. Descendemos por ellas con cuidado de no rozar la cuerda en las
estalactitas que hay sobre nosotros.
Seguimos
el descenso y enseguida vemos en la pared de enfrente otro espit, para montar un
desviador que nos dejara sin problemas, en el fondo del pozo. Aquí nos quitamos
el material de verticales para recorrer la cueva con más comodidad, debido a un
estrecho paso entre las dos salas principales.

Una vez
al pie del último pozo, muy concrecionado, vemos una salita muy pequeña pero
muy bella, a la que le dedicamos un tiempo en su exploración, con el sumo
cuidado en todos nuestros movimientos, por la fragilidad de sus formaciones,
todas ellas, de una gran belleza y colorido.

Una vez explorada,
bajamos una rampa resbaladiza y vemos una gran sala con muchísimas estalactitas
de más de 1 mts. de longitud y muy finas, de unos 5 mm de grosor. Evitando tocarlas
debido a su fragilidad, para disfrute de otros espeleólogos que visiten esta
cavidad en el futuro.
Seguimos descendiendo
y llegamos a una gran sala, conocida por la “Sala del Balcón”, llamada así, porque
un gran escalón de más de 1 metro aproximadamente, la divide por la mitad, este
se baja sin problemas, mientras seguimos disfrutando de los diversos tipos de
formaciones, entre ellas varias excéntricas blancas de gran belleza.
Al fondo
y a la izquierda vemos un pequeño paso más incomodo que complicado, que al
pasar, nos deja en otra sala descendente, más pequeña que la anterior, pero de
gran belleza también. Aquí vemos el suelo desfondado, que cedió y se derrumbo
algo más de 1 mts., arrastrando consigo
algunas formaciones grandes, que yacen
entre los cascotes soldadas al nuevo suelo de la cavidad.
Sala del Balcón |
Se
aprecian claramente las diversas capas calcáreas del suelo, testigos de siglos
de lenta labor constructiva de la naturaleza y derribadas violentamente por
ella misma. Al fondo de esta sala ya solo hay arenas y cascotes siguiendo hasta
el final de la cavidad por una gatera embarrada. Nosotros nos ahorramos el trámite
y seguimos disfrutando y fotografiando estas dos bonitas salas.
Y aquí
acaba la visita a esta pequeña pero bonita e interesante cavidad.
Trazado de Bocairent a la boca de la sima |
Texto: Pedro Herrero y José Luis Bernabé
Fotografía: Francisco Abenza y José Luis Bernabé
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